La cuarentena es un recurso indispensable para la curación de un síntoma o enfermedad, pero no es necesariamente un período obligatorio de separación de cuarenta días. Esto dependerá del síntoma, de la urgencia y de la necesidad de curación del inconsciente. Este período sirve para la reflexión, curación y “cicatrización” de las heridas del pasado una vez que hemos hecho la toma de consciencia o la Biodescodificación.
No sirve hacer una cuarentena de la persona o situación en cuestión y, en el mismo período, estar con allegados, amigos o parientes que nos recuerden lo que ha pasado o que nos reclamen nuestra ausencia. Tampoco seguir comunicándose desde lejos con la persona o con intermediarios de ella. Cuarentena es un período para entrar en contacto con nosotros mismos, con lo que queremos en nuestra vida y demostramos al inconsciente, o al Ser, que hemos tomado nota del mensaje y lo estamos poniendo en práctica.
Otro modo de hacerla, cuando el alejamiento físico es imposible (y no una excusa), hacer cuarentena de nuestra forma de pensar o de obrar frente a las circunstancias que desencadenaron el conflicto.
Cuando hemos entendido la causa de nuestro problema, pero no cambiamos nuestra forma de obrar o no hacemos un período de cuarentena, el síntoma puede volver recrudecido o en otra forma, porque al actuar fuera de coherencia, el inconsciente entiende que a pesar de todo no hemos comprendido el mensaje, y que debe enviar un mensaje más contundente.
Los cuarenta días son necesarios para que se formen nuevos canales neuronales, nuevas formas de vivir la realidad y de percibirla. Sin un cambio verdadero en nuestra forma de pensar, sentir y actuar, no hay toma de consciencia y, por lo tanto, no hay curación absoluta.
María
Acompañante en Bioneuroemoción
Biodescodificación y Bioneuroemoción en Mendoza: curando nuestros síntomas
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