martes, 27 de octubre de 2015

LA CAUSA DE TODOS LOS SÍNTOMAS

LA CAUSA DE TODOS LOS SÍNTOMAS
Una persona viene a consulta de Bioneuroemoción con su síntoma, su dolor, su enfermedad. Juntos buscamos el desencadenante para quitar el velo, que puede estar en un hecho, en un sentir o en el transgeneracional y la ruta de la búsqueda tendrá que ver con el órgano afectado, con el diagnóstico o con las partes de su vida que no fluyen correctamente. En toda esta diversidad hay un factor común: sentir “no pude o no puedo”. Frente a lo que pasa se preguntan “¿cómo lo hago? ¿cómo le o les digo?, ¿cómo corto con esto? ¿qué va a pasar si…?”. Surge la culpa disfrazada de responsabilidad, surge el miedo disfrazado de impotencia. Y si vamos un poco más profundo, lo que encontramos es el profundo dolor de no sentirnos valiosos, de no tener el derecho de sentir lo que sentimos, de hacer lo que querríamos hacer. Aquí los programas heredados o los aprendidos se interponen con el deseo del Ser interno de crecer, de ser adulto, independiente, feliz, coherente, completo… No nos permitimos ser quienes somos en nuestra altura. Entonces necesitamos ser eternamente dependientes del entorno, nos erigimos en víctimas y empezamos a culpar o responsabilizar lo que nos rodea como causa de lo que me pasa, y lo sentimos gigante, imposible de abordar.
Por eso, en general revierten más fácilmente los síntomas más graves que los leves, porque la amenaza de lo que puede pasar es más terrible que hacer cambios significativos en nuestra vida.
No se trata de creer que ante una Biodescodificación debo tirar todo por la borda o cambiar radicalmente mi relación con el entorno: se trata de tomar consciencia, desaprender los programas limitantes, empezar a escucharnos, de hacernos adultos emocionales, de ser coherentes, respetuosos y amorosos con nosotros mismos. Cuando superamos el miedo y lo hacemos, les enseñamos a todos los que nos rodean a ser felices y a ser los actores de su vida. Les enseñamos a ser libres.
Cuando sentimos que no tenemos salida, que no podemos, somos como el elefante que siendo pequeño fue atado a una estaca, y siendo grande y poderoso, cuando se le coloca la soga en la pata queda inmovilizado creyendo que, como allá no pudo, acá tampoco.
Si estás leyendo esto, tal vez sea tiempo de que observes las creencias que te mantienen atado y te atrevas a pensar que sí puedes, que has venido a esta vida a ser completo, a ser feliz. Hoy es un buen día para empezar a tomar consciencia.
¡Que tengas un bello día!
María
Acompañante en Bioneuroemoción

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