martes, 27 de octubre de 2015

DIEZ PAUTAS IMPORTANTES PARA CONOCER MI RELACIÓN EN PAREJA
- Estar a la par significa confiar en que el otro está a tu lado y que tú lo estás también. No es necesario estar de acuerdo siempre con el otro, pero sí respetar las opiniones y decisiones personales de cada uno. La sinceridad es la pauta irrenunciable para que una pareja exista como tal.
- Una pareja crece y cambia permanentemente porque no es “tú y yo”, es una tercera energía que los une y que, como un niño que nace, está destinada a evolucionar permanentemente. Las crisis son necesarias para crecer, sin embargo no hay que confundir crisis con peleas, sino con diálogo.
- Una pareja se separa cuando el diálogo verdadero y sincero se hace difícil o imposible: la pareja se nutre del diálogo y de la sexualidad, no del trabajo, los gastos o las obligaciones compartidas. Estas últimas son sólo parte de la materialidad, las primeras del amor y del respeto, y sin ellas, la pareja se transforma en un trabajo sin vocación y sin alegría.
- Cuando en la pareja no puedo hablar todo, libremente, sin miedo, no puedo expresar mi pensamiento y mi sentir, ya se ha formulado la primera brecha de separación entre las partes. De aquí en más hay un hueco imposible de llenar.
- En toda unión hay una base de programas que traemos desde antes de nacer y de nuestro hogar. Estos engranan de alguna manera con los de nuestra pareja, por similitud o complementación. Una vez que he visto, conocido y liberado los míos, puedo ver realmente al otro ser como es en realidad. Mientras tanto, proyecto en el otro los miedos, dolores y carencias que traigo desde mi infancia.
- Cada pareja es una oportunidad de aprendizaje y autoconocimiento. Es el espacio exacto para crecer, pero cuando necesito tener una pareja alternativa para salirme de esta que no me nutre, me estoy condenando a cometer el mismo error una y otra vez hasta  que me permita ver lo que debo ver en mí.
- El único lazo que une a una pareja es el respeto profundo por el otro, no los hijos o los compromisos familiares adquiridos. Cuando se usa a un hijo para mantener unida a la pareja (o para formarla) se condena a ese niño al fracaso e infelicidad en sus futuras relaciones y siempre sentirá en su vida que debe cumplir el rol de sostén o salvador en su vida.
- Cada pareja es el espejo perfecto que necesito en el momento de la vida en que estoy. Por eso culpar al otro es negar la posibilidad de mirarme. Entender para qué elegí esta pareja, qué necesidad tenía en ese momento que yo no estaba dispuesto a satisfacer, es un buen comienzo.
- Una pareja elegida desde la carencia (porque estoy solo/a, porque necesito …) traerá en el tiempo reclamos y carencias más profundas. Si bien casi siempre la elegimos desde ahí, poder reconocer que la carencia es mía y que no puedo pedirle al otro que la complete, que sólo yo puedo completarme, es un buen inicio.
- La pareja necesita espacio y libertad para crecer y respirar, un tiempo diario para estar juntos y otro para estar consigo mismo y tener actividades individuales sin culpas ni reproches.
¡Que cada día encuentres amor en tu vida!
María
Acompañante en Bioneuroemoción

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